Es imposible describir Rumania en una frase. Cada afirmación tiene que ser acompañada de un “pero”, destinado a matizar una personalidad que tiene numerosos aspectos. Unos aspectos que siguen sorprendiendo incluso a sus habitantes.
Los Cárpatos, el Mar Negro, el Delta del Danubio, los monasterios del norte de Moldavia, las tradiciones milenarias de la región de Maramures, La Transilvania con la leyenda de Drácula, los vinos famosos, la cocina tradicional y, sobre todo, la hospitalidad de sus habitantes, todo esto significa Rumania.

Un país en el que uno se puede relajar en el litoral, puede subir a la soledad de las montaña o bajar a cavernas profundas, puede explorar el Delta del Danubio, o descansar en una hacienda tradicional, gozando del sabor de las comidas y deleitándose con los vinos de aromas únicos. Rumania es una isla de latinidad en el sureste de Europa. Su lengua oficial es el rumano (de origen latino) y tiene una población cercana a los 22.000.000 millones de habitantes, de los cuales, aproximadamente, 2.500.000 viven en Bucarest. La moneda es el LEU (en plural LEI) y utilizan el sistema métrico decimal.